viernes, 13 de enero de 2012

La derecha tiene un plan.

La derecha tiene un plan y la izquierda debería tomar nota.

Me gustaría recordar a IU que, el Partido Comunista de España, llegó tener casi el doble de diputados que los que actualmente tiene la coalición. También por aquel entonces la injusticia del redondeo y la circunscripción electoral -provincial y trasnochada- tenían el mismo efecto en la composición de las Cortes. Recuerdo asimismo que durante el mandato de Julio Anguita, al frente de la coalición, y de Aznar como presidente del gobierno central, se ensayaron algunas tácticas que beneficiaban a las dos fuerzas políticas interesadas -cada uno en su propio beneficio- en el debilitamiento del PSOE. Los resultados saltan a la vista. IU casi desaparece y el PSOE vuelve al poder.

Para que el PSOE volviese al poder no bastaba con que los electores castigasen planteamientos "cortos". Las mayores facilidades para que El PSOE volviese al poder las puso la propia derecha, con actitudes infames. Recordemos lo que les acompañó hasta unos días previos a las elecciones en donde cayó Aznar, con todo el equipaje.Guerra de Irak, atentados en Madrid, caso Prestige, etc., etc, etc.

Al Partido Socialista le recordaría que, hace bien poco, detentaba el gobierno del estado y algunos otros en comunidades autónomas y en muchos ayuntamientos. Algo mal habremos -habréis- hecho, que ha propiciado el negro panorama actual, digo yo.

Llevamos ya unos largos años en que la derecha es más inteligente que la izquierda. Lo demuestra la deriva social. En los años sesenta y setenta ser de derechas daba vergüenza, y muy pocos réditos.  La culpa de esta deriva social hay que apuntarla en el debe de la izquierda y en el nefasto papel de los medios de creación de opinión -y modismos- de que dispone, la derecha.

Lo de la derecha está más elaborado, tienen más medios -como siempre- y están bien asesorados, como nunca.

Entretanto la izquierda se conforma. Unos con ser más puros que el de al lado y, otros, en consonancia con derechizamiento social, en ser meros gestores del mundo capitalista y darle un cierto brillo a las propuestas de igualdad que no cuestionasen nunca el papel central del capitalismo rampante.

Consecuencia, la derecha acapara más poder que nunca, y millones de personas están a punto de entrar en las catacumbas. Unos por "nulidad económica surgida" y, otros, hartos de la inoperancia de la polítiquilla y de la dictadura de los mercados.

Al hacer esta crítica soy consciente del papel de la crisis en los resultados electorales, que lo tienen, sin duda alguna. Pero hay mucha más responsabilidad en la gestión, no solo de la crisis, sino en como se han empleado los presupuestos de los años de bonanza y los propios fondos europeos, que han sido ingentes.

A la hora de hacer un balance del estado, la primera imagen muestra un estado central mucho más adecuado a los tiempos que vivimos, en contraposición a unas autonomías en las que chirrían casi todos los ejes. Aquí está la mayor parte de las explicaciones a los males de nuestra economía. Volveré sobre el tema, porque es urgente.

Se están dando los primeros pasos, las primeras decisiones del gobierno entrante y a muchos no nos sorprenden. Ya conocimos al abuelo de la enfermedad y, al resto de la familia, también. Las más llamativas son, para mí, los ceses y los nombramientos. Ahí si, tenemos el ADN del PP. Por ser concretos; Garzón fuera. Policía fuera. Anticorrupción fuera. Ley de protección del litoral, fuera, etc. etc. etc. Barra libre, para "los suyos".

La derecha tiene un plan y, la izquierda, debería tomar nota. No hay que esperar a que la salida venga de presuntos revolcones electorales en Alemania o Francia y, aprovechar la corriente. Eso no es una ciencia exacta y, además, está por ver.

La izquierda no puede esperar a que los recortes den los suficientes recursos económicos para que la derecha los regale a los empresarios y contraten, aún sin necesidad, para bajar la cifra de desempleo a cuenta de gastar lo que se tiene que emplear en nuevas empresas, investigación y educación. Este es el plan de la derecha. Asegurarse la miopía social por una decena de años. Al tiempo.

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